Cuando Jesús murió sus discípulos se quedaron desanimados, se sentían solos, abandonados. Pero algo ocurrió en Pentecostés que todo cambió. Jesús les había dicho que él se iba pero que otro vendría en su lugar. ¡Ellos no entendían nada!. En Pentecostés lo entendieron todo. El Espíritu Santo llegó en forma de lenguas de fuego y aquellos hombres acobardados se llenaros de fuerza y valor para llevar a cabo la Gran Comisión, la tarea de ir por todo el mundo a predicar las Buenas Noticias. Sus vidas cambiaron completamente.
Estas actividades realizadas por Victor M. Sanza trabajan sobre ello, pincha en la imagen de abajo para acceder a la aplicación
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